abrigos

¿CUÁNTOS ABRIGOS TIENES?

abrigos

vosotros ¿cuántos abrigos tenéis?

VOSOTROS, ¿CUÁNTOS ABRIGOS TENÉIS?

Esta frase siempre nos ha hecho especial gracia en el estudio. Principalmente por habérnosla preguntado a nosotros mismos y por la enorme sorpresa de la respuesta tras el recuento pertinente.

Los arquitectos estamos acostumbrados a cuestionarnos los espacios de las viviendas que diseñamos para la adaptación al cliente concreto. Nos gusta pensar que creamos una vivienda para un cliente particular. Por ello es muy importante conocer las peculiaridades de esas personas concretas, sus costumbres, sus manías, sus gustos, sus aficiones….

Nosotros tenemos posiblemente muy claro qué queremos o querríamos para nuestras propias viviendas: ese perfecto rincón de lectura o ese espacio donde almacenar los libros que hemos atesorado durante años.

Pero, lo cierto es que muy a menudo nos encontramos a clientes que nos responden que carecen de peculiaridades: “mmm, no sé, nosotros somos muy normales”. Al parecer si no coleccionamos maquetas de tren consideramos que somos simplemente un estándar. Y nada más lejos de la realidad.

Cuando trabajamos en rehabilitación, sobre todo en pisos, el espacio está limitado por la realidad existente. Por ello, a través del diseño nos debemos adaptar a las necesidades de los habitantes. Y en muchas ocasiones, aunque no se trate de extrañas aficiones, el aparentemente simple diseño de espacio para almacenamiento puede convertir la vivienda en una pieza adaptada como un guante a tus costumbres o un caos imposible de mantener en orden.

En una de esas ocasiones, en el diseño de un vestidor para una pareja nos empezamos a cuestionar las prendas que allí podríamos colgar, y esta es una anécdota que solemos contar a nuestros clientes. Nosotros mismos, por muy acostumbrados que estemos a diseñar estancias para vivir, en el momento en que jugamos a las apuestas sobre nuestro propio número de abrigos hay que reconocer que perdimos los dos. La cantidad real casi duplicaba a la que imaginábamos!!!

Y hasta ese punto buscamos conocer el estilo de vida de nuestros clientes. Si en una vivienda recién estrenada alguien tiene que guardar en el trastero o en cajas 10 abrigos que considera en uso algo habrá fallado. Y esta persona no tenía ninguna particularidad, es “muy normal”. Pero estará cómoda y feliz cuando pueda colgar sus 10 abrigos “normales” en una percha en su vestidor diseñado y personalizado.

Vivir en nuestra opinión es una suma de pequeñas cosas. Y son esos detalles los que nos darán calidad de vida, los que convertirán esa casa en nuestro hogar.